Spanish Español

IsladeMenorca.es 1995-2018

CIRCUITOS URBANOS


Un paseo por las calles de Ciutadella de Menorca

 Al visitar Menorca, es imprescindible, además de gozar de las playas, hacer dos recorridos, uno de ellos es callejear por el barrio judío de Ciudadela, no hacerlo es imperdonable, al punto que no podrá decir que ha estado en esta isla, sin correr el riesgo que no le crean, así de imprescindible es esta excursión por el casco viejo de Ciudadela de Menorca

 Los viejos caserones renacentistas de esta villa menorquina, ofrecen la imagen de la antigua Ciudadela que, al igual que otras ciudades de esta época, se vieron influidas por las corrientes culturales del entorno mediterráneo, como prueba, lo primero que se puede ver, entre los callejones del viejo casco urbano, es la remembranza de la que fuera antaño recinto amurallado,que nos muestra la importancia de esta ciudad típicamente mediterránea  que fue capital de la isla hasta que fue conquistada por la corona inglesa y ésta trasladara la capital en 1722. Pero el hecho de ser capital durante varios siglos le han dejado el legado que hoy le otorga toda la personalidad y el señorío destacando inconfundible frente a las demás poblaciones.
     La plaça d'Alfons III (conocida como plaza de las palmeras) es el punto donde termina la carretera que une Ciutadella con Maó. En este cruce de vías se encuentra el antiguo molino de harina, llamado "Moli des Compte", recientemente restaurado. Partiendo de la plaza nos adentramos en lo más profundo e íntimo de la Ciutadella antigua, de la Ciutadella interna a la muralla que la protegía. Andando un poco descubriremos un ensanche que nos sorprenderá, al ver los primeros vestigios de edificaciones artesanales, con muros de anchura impensables hoy en día y, de inmediato, nos cautivará el laberinto de callejuelas. Se recomienda visitar del casco antiguo edificios tales como la "Iglesia del Santo Cristo", el "Palau Saura"(palacio Saura), la "Iglesia del Socorro", y el "Claustro del Seminario", éste último le da nombre a la calle donde se encuentra ubicado. Dejando ya la calle del seminario, nos dirigimos al "Bastio de sa Font" por la calle que tiene por nombre Santa Clara.
Está construido sobre el último tramo de la muralla que protegía la Ciudadela y su conservación es francamente buena, en gran parte gracias a las oportunas restauraciones y a su propia fortaleza estructural, ya que,  cuando la muralla fue destruida casi completamente en el siglo pasado, este tramo se salvó y desde que se construyó para proteger una de las entradas a la ciudad por medio de la explanada natural que se forma a continuación de la colársega del puerto, punto estratégico, para el moviento de gentes, cabalgaduras, carros o artefactos de gran porte, es una visita obligada; el lugar es espléndido y cuenta en los alrededores con magnificas vistas, donde se puede apreciar la contramurada o el paisaje del propio puerto, además en el interior de la muralla, y a modo de bunquer, se encuentra el "Museo Bastio de sa Font", construido en una de las restauraciones que sufre la contramurada en el año 1677 cuando el tramo contaba con unos 120 años de vida, es imprescindible una visita al museo que siempre cuenta con elementos muy variados de la historia y prehistoria de la Isla y del paso de las culturas por estas tierras. Siguiendo nuestro paseo nos dirigimos hacia el "Palau de Can Squella", lo encontraremos en la calle Sant Sebastià. Este palacio es del siglo XIII, pero muy cerca encontraremos otros edificios de nobleza menorquina donde destacan el Palau de Martorell y Can Saura además del de  Albranca y el  de los duques de Almenara Alta.
     En la Iglesia del Roser funciona lo que hoy se conoce como museo diocesano. Después de esta visita, siguiendo por la pequeña ciudadela y si no estamos perdidos en el laberinto de callejuelas, seguiremos hasta la catedral, siguiendo la calle del Rosario hasta la catedral,  por la llamada porta de la Llum, de la propia catedral y que se adorna con los escudos de armas de Ciudadela y la Casa Real de Aragón,  construida sobre la base de una antigua mezquita para lo que se transformó el minarete en campanario y en su construcción se  funden los estilos gótico en la parte central de la nave y neoclásico y barroco en los laterales.  La casa Olivar es sede del obispado, máxima autoridad eclesiástica en Menorca y está justo al lado de la Catedral, mereciendo la pena reparar en su arquitectura.
 Tomando el camino de la calle mayor saldremos a la plaza de es Born, donde se encuentra un pequeño obelisco de finales de los 1950 levantado para recordar el año de la destrucción completa de Ciudadela a manos de los turcos que la invadieron en el año 1558. Aquí nos adentraremos en la plaza para dar un giro completo observando los edificios frente a esta explanada y tomaremos  plena conciencia de la importancia que antaño tubo esta señorial ciudadela, comprenderemos o al menos sospecharemos  la grandeza de esta capital de una isla del mediterráneo. Al ver la grandeza y señorío de estos edificios nos asaltará la necesidad de conocer más de este gran pueblo y de su larga y historia. En este sentido podremos apreciar los palacios de Martorell, Torresaura y Salort. En otro de los laterales de la plaza veremos el Teatro Municipal de es Born y el Cercle artistic (Círculo artístico) de Ciudadela, ambos con una dilatada trayectoria cultural, son parte esencial de la programación de actos y eventos culturales todo el año. También es de destacar el edificio del Ajuntament de Cuitadella" este ha sido recientemente restaurado y hoy muestra su majestuosa silueta a la plaza y al puerto. Se alza sobre parte de la antigua muralla de la ciudad popularmente "contamurada", al igual que el teatro de es Born, justo por la zona del barranco que da al puerto, de donde se aprecia en toda su silueta. Junto al ayuntamiento se puede ver la parte alta de la antigua muralla y desde ésta contemplar las magnificas vistas al puerto natural para todos conocido como "Baixamar" y el área de tierra que forma el Pla de Sant Joan. En el otro extremo de la plaza, casi opuesto al ayuntamiento, se encuentra la Iglesia de Sant Francesc otro convento franciscano, terminando aquí este magnifico recorrido por la Ciudadela profunda, por la Ciudadela noble y señorial y, para dar descanso al cuerpo, nos desplazamos tan solo cruzando la amplia avenida que separa la plaza de es Born de la de la explanada, conocida para todos como Plaza de los pinos, por estar completamente sombreada todo el año por abundantes pinos mediterráneos, siendo un lugar plácido para un descanso, cuando el sol de verano nos agota este sombreado y amplio espacioso es como un oasis en el desierto.
     Si continuamos por la avenida que separan las dos plazas nos podremos dirigir al castillo de San Nicolás, al final de la avenida del mismo nombre. A lo lejos veremos la torre de defensa que data del siglo XVII, construida por los ingleses en la bocana del puerto de Ciudadela junto a la desaparecida ermita y faro de San Nicolás. Desde esta torre se domina todo el puerto y gran parte de la costa. Actualmente es un museo de propiedad municipal.